El caso Varginha: cuando un OVNI se estrelló en Brasil

Investigamos el Caso Varginha, el "Roswell de Brasil". En 1996, un OVNI se estrelló y el ejército brasileño capturó a sus tripulantes extraterrestres. Analizamos los testimonios de testigos civiles y militares, el encubrimiento masivo y la muerte de un oficial implicado.

Le invito a viajar a la ciudad de Varginha, en el estado de Minas Gerais, Brasil. Olvide los desiertos remotos y las bases militares aisladas. El 20 de enero de 1996, el fenómeno OVNI se estrelló, literalmente, en medio de una ciudad densamente poblada, a plena luz del día, desencadenando una de las historias de contacto y encubrimiento más espectaculares y creíbles del siglo XX. Esto es mucho más que un simple avistamiento; es una crónica de un OVNI estrellado, la captura de múltiples seres extraterrestres, una masiva operación militar de encubrimiento y la trágica muerte de un oficial implicado.

Conocido como el «Roswell de Brasil», el Caso Varginha se diferencia de su homólogo estadounidense en un aspecto crucial: no se basa en recuerdos de hace 50 años, sino en el testimonio inmediato y consistente de docenas de testigos presenciales, tanto civiles como militares, que lo vieron suceder en tiempo real.

Hoy, vamos a reconstruir la increíble secuencia de eventos de ese día. Vamos a escuchar los testimonios de las jóvenes que se encontraron cara a cara con una criatura de otro mundo, seguiremos la frenética operación militar para cazar a los seres y examinaremos la misteriosa muerte que sugiere que el contacto con estas entidades podría ser mortal. Prepárese para el caso que muchos consideran la «pistola humeante» de la ufología.

El preludio: el accidente en el cielo

La historia comienza en la madrugada del 20 de enero de 1996. Múltiples testigos en el sur de Minas Gerais, incluido un piloto comercial, informaron haber visto un OVNI con forma de cigarro o submarino volando a baja altitud, aparentemente en problemas y emitiendo humo. Los controladores de radar de la defensa aérea brasileña, así como el NORAD estadounidense, supuestamente rastrearon un objeto no identificado que entraba en la atmósfera sobre Brasil y desaparecía del radar en esa misma región.

La teoría es que esta nave nodriza sufrió un accidente o avería, eyectando varias cápsulas de escape o a sus propios tripulantes antes de estrellarse. Lo que siguió fue una carrera contrarreloj por parte del ejército brasileño para recuperar los restos y, lo que es más importante, a los supervivientes.

El primer encuentro: las tres chicas y el «diablo»

El evento que catapultó el caso a la fama mundial ocurrió esa misma tarde, alrededor de las 3:30 PM. Tres jóvenes, las hermanas Liliane y Valquíria Fátima Silva, y su amiga Kátia Andrade Xavier, regresaban a casa a través de un terreno baldío en el barrio de Jardim Andere.

Al doblar una esquina, se encontraron cara a cara con una criatura que cambiaría sus vidas para siempre. Agachada junto a la pared de un edificio, había una entidad que describieron con un detalle asombroso y aterrador:

  • Apariencia: Un ser humanoide de aproximadamente 1.6 metros de altura, con una piel de color marrón oscuro y aceitosa.
  • Cabeza: Una cabeza muy grande y sin pelo, con tres protuberancias o cuernos en la parte superior.
  • Ojos: Lo más impactante eran sus ojos: enormes, rojos y sin pupilas ni iris.
  • Cuerpo: Un cuerpo pequeño y delgado, con venas muy marcadas que sobresalían de su cuello y hombros.
  • Olor: La criatura emitía un fuerte y extraño olor, similar al amoníaco.

Las chicas, aterrorizadas, huyeron gritando, convencidas de que habían visto al «diablo». Su terror era tan genuino que su madre les creyó de inmediato y fue al lugar, donde informó haber visto huellas extrañas y sentir el mismo olor penetrante.

La cacería: la operación militar a plena vista

El testimonio de las chicas no fue un evento aislado. Fue solo una pieza de un rompecabezas mucho más grande que se estaba desarrollando en toda la ciudad. Durante todo el día, docenas de testigos civiles informaron de una presencia militar masiva e inusual en Varginha. Camiones del ejército, vehículos de la policía militar y agentes de paisano (presuntamente del servicio de inteligencia del ejército, S2) fueron vistos patrullando la ciudad, acordonando áreas y llevando a cabo una búsqueda frenética.

Los investigadores ufológicos brasileños, liderados por Vitorio Pacaccini y Ubirajara Rodrigues, recopilaron testimonios de múltiples fuentes, incluidos militares anónimos, que confirmaron la operación. La cronología de la captura es la siguiente:

  • Primera captura (mañana): Antes del avistamiento de las chicas, un equipo de bomberos fue llamado a un parque en el barrio de Jardim Andere para capturar a un «animal extraño». Según los informes, dos bomberos capturaron a una de las criaturas con una red. La colocaron en una caja de madera y la entregaron a una patrulla del ejército.
  • Segunda captura (noche): Después del avistamiento de las chicas, se lanzó otra operación. Alrededor de las 10:30 PM, en una carretera que salía de la ciudad, la policía militar encontró a otra criatura. El oficial Marco Eli Chereze logró capturarla con sus propias manos, sin guantes. La criatura estaba herida y no opuso resistencia.

Según los informes, al menos dos seres vivos fueron capturados ese día, junto con un tercer cuerpo recuperado del lugar del accidente principal.

El encubrimiento y la muerte de Marco Chereze

Inmediatamente después de las capturas, comenzó una operación de encubrimiento masivo.

  • Transporte secreto: Los seres capturados fueron llevados primero a un cuartel del ejército local, luego al Hospital Regional de Varginha (donde el personal fue evacuado y se les ordenó guardar silencio) y, finalmente, transportados a la Universidad de Campinas (UNICAMP) para su estudio.
  • Intimidación de testigos: Los testigos clave, incluidas las tres chicas y sus familias, informaron haber sido visitados por hombres de paisano que les ofrecieron dinero y les advirtieron que no hablaran de lo que habían visto.
  • Negación oficial: El ejército brasileño ha negado oficialmente cualquier participación en estos eventos hasta el día de hoy, afirmando que la movilización de tropas se debió a un ejercicio de rutina y que las chicas probablemente vieron a un vagabundo con problemas mentales.

Sin embargo, la parte más oscura del encubrimiento es la historia del oficial Marco Eli Chereze. Semanas después de haber capturado a la criatura con sus propias manos, el joven y sano oficial de 23 años enfermó gravemente. Desarrolló una infección generalizada que los médicos no pudieron identificar. Su cuerpo se paralizó y murió en el hospital el 15 de febrero de 1996, menos de un mes después del incidente.

La causa oficial de la muerte fue una infección bacteriana. Sin embargo, su familia y los investigadores del caso están convencidos de que murió a causa de una toxina o un agente infeccioso desconocido contraído por el contacto directo con la criatura. Su muerte, argumentan, es la prueba trágica y definitiva de la realidad del evento y del peligro biológico que podrían representar estos seres.

Conclusión: el caso que no se puede ignorar

El Caso Varginha es un gigante en el campo de la ufología. A diferencia de Roswell, que fue rápidamente silenciado, Varginha ocurrió en la era moderna, en medio de una ciudad, con docenas de testigos no relacionados que vieron diferentes partes del mismo evento en un lapso de 24 horas.

La convergencia de testimonios es asombrosa:

  • Civiles que ven un OVNI estrellarse.
  • Civiles que ven a las criaturas.
  • Civiles que ven la masiva operación militar.
  • Bomberos que participan en la primera captura.
  • Policía militar que participa en la segunda captura.
  • Personal del hospital que es testigo de la llegada de los seres.
  • Militares anónimos que confirman el encubrimiento.
  • La trágica muerte de un oficial directamente implicado.

Descartar todo esto como una histeria masiva o una serie de coincidencias inverosímiles requiere un grado de fe ciega en la narrativa oficial que desafía la lógica. El Caso Varginha sugiere que los encuentros con seres no humanos no son siempre eventos sutiles o ambiguos. A veces, son eventos caóticos, desordenados y muy reales, que dejan un rastro de evidencia física y tragedia humana. Y demuestran la increíble capacidad de las estructuras militares y gubernamentales para borrar de la historia un evento que ocurrió a plena vista.

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