La conexión entre las bases submarinas secretas y los OVNIs

Investigamos la conexión entre las bases submarinas secretas y los OVNIs, ahora conocidos como OSNIs (Objetos Sumergibles No Identificados). Analizamos los testimonios de personal naval, los incidentes como el de Aguadilla, y las teorías sobre bases conjuntas humano-extraterrestres en las profundidades de nuestros océanos.

Le invito a un viaje a la verdadera última frontera de nuestro planeta. No es el espacio profundo, sino las vastas y oscuras profundidades de nuestros propios océanos. Cubren más del 70% de la superficie de la Tierra, y hemos explorado menos del 5% de su lecho. Es un mundo más ajeno y menos comprendido que la superficie de Marte.

Durante décadas, nuestra búsqueda de inteligencia no humana se ha centrado en el cielo. Hemos acuñado el término OVNI (Objeto Volador No Identificado). Pero, ¿y si hemos estado buscando en el lugar equivocado? ¿Y si una parte significativa de este fenómeno no viene de las estrellas, sino de las profundidades de nuestros mares?

Esta es la premisa de la investigación sobre los OSNIs (Objetos Sumergibles No Identificados) y su conexión con presuntas bases submarinas secretas. La teoría postula que una o más civilizaciones no humanas no nos están simplemente visitando, sino que residen aquí, en bases ocultas en las trincheras oceánicas y bajo el lecho marino, utilizando los océanos como autopistas y escondites.

Hoy, vamos a sumergirnos en este profundo misterio. Analizaremos los testimonios de personal naval de alto rango, examinaremos la evidencia en video de objetos «transmedia» que se mueven sin esfuerzo entre el aire y el agua, y exploraremos las leyendas de bases conjuntas humano-extraterrestres que podrían estar operando bajo las olas.

De OVNIs a OSNIs: un cambio de paradigma

El término OVNI está siendo reemplazado en los círculos militares por UAP (Fenómeno Aéreo No Identificado). Pero un término aún más importante que está surgiendo es OSNI (o USO en inglés, Unidentified Submerged Object). Esto refleja un reconocimiento creciente dentro de la comunidad de inteligencia de que muchos de estos objetos no están limitados a la atmósfera.

Los informes de personal naval, desde marineros en la cubierta de un portaaviones hasta operadores de sonar en submarinos nucleares, describen consistentemente objetos que:

  • Viajan a velocidades imposibles bajo el agua: Se han rastreado objetos moviéndose a cientos o incluso miles de nudos bajo el agua, una hazaña que es físicamente imposible para cualquier submarino conocido debido a la resistencia y la presión del agua.
  • Realizan maniobras extremas: Al igual que sus homólogos aéreos, estos objetos pueden realizar giros instantáneos y cambios de profundidad que desafían la inercia.
  • Son «transmedia»: Esta es la característica más asombrosa. Los objetos son capaces de moverse sin problemas y a gran velocidad entre diferentes medios, como el aire y el agua, sin crear una salpicadura o perder velocidad. Un objeto rastreado en el radar a Mach 3 puede sumergirse en el océano y continuar a 150 nudos, como si el agua no ofreciera resistencia.

La evidencia en video: el Incidente de Aguadilla (2013)

Quizás la mejor evidencia pública de un objeto transmedia proviene de un video térmico filtrado, grabado por la tripulación de un avión de la Guardia Costera de EE.UU. sobre Aguadilla, Puerto Rico, en 2013.

  • El video: La grabación infrarroja muestra un objeto esférico moviéndose a gran velocidad (hasta 120 mph) a baja altura sobre la ciudad y el océano.
  • Maniobras anómalas: El objeto realiza una serie de maniobras complejas, volando contra el viento y, en el momento más espectacular, se sumerge directamente en el océano.
  • Sin pérdida de velocidad: El objeto entra en el agua sin salpicar y sin disminuir su velocidad, continuando su trayectoria bajo la superficie. En un momento, parece dividirse en dos objetos separados antes de volver a unirse.

El Incidente de Aguadilla proporciona una prueba en video de lo que el personal naval ha estado informando durante décadas: la existencia de objetos que tratan el agua y el aire como si fueran el mismo medio. Esta capacidad transmedia sugiere una tecnología de propulsión que no empuja contra el aire o el agua, sino que manipula el espaciotiempo a su alrededor, creando una «burbuja» que anula la resistencia del medio.

Testimonios de las profundidades: la Marina sabe más de lo que dice

Los testimonios más convincentes sobre los OSNIs provienen de aquellos que han pasado su vida en el mar.

  • El incidente del USS Nimitz (2004): Aunque es famoso por el OVNI «Tic Tac», una parte crucial del incidente a menudo se pasa por alto. El operador de radar jefe, Kevin Day, informó que su avanzado sistema de radar SPY-1 había estado rastreando estos objetos durante días. Describió cómo descendían desde una altitud de más de 80,000 pies hasta el nivel del mar en menos de un segundo, para luego flotar y, a veces, sumergirse. La «perturbación» en el agua que los pilotos fueron a investigar era probablemente el punto de entrada o salida de uno de estos objetos.
  • Informes de submarinos: Se han filtrado numerosos relatos de operadores de sonar de submarinos nucleares que han rastreado «objetos biológicos de alta velocidad» o «AVS» (Anomalous Vehicle Signatures) que se mueven a velocidades y profundidades que superan con creces a cualquier submarino conocido. Estos objetos a menudo siguen a los submarinos estadounidenses o rusos, como si los estuvieran estudiando.

La teoría de las bases submarinas: ¿dónde se esconden?

Si estos objetos operan en nuestros océanos con tanta frecuencia, la pregunta lógica es: ¿de dónde vienen? ¿Realizan constantemente viajes interestelares o tienen una base de operaciones más cercana? La teoría de las bases submarinas postula que utilizan las profundidades inexploradas de nuestros océanos como escondites perfectos.

Un océano ofrece ventajas estratégicas inmejorables:

  • Ocultación: Es el mejor lugar del planeta para esconderse. Las presiones extremas y la oscuridad hacen que la exploración sea increíblemente difícil.
  • Acceso global: Los océanos conectan todos los continentes, proporcionando una red de autopistas submarinas.
  • Recursos: El agua proporciona una fuente casi ilimitada de hidrógeno para una posible propulsión por fusión.

Los investigadores han identificado varias áreas de «alta extrañeza» que son candidatas para albergar estas bases:

  • La Fosa de Puerto Rico: Una de las fosas oceánicas más profundas del mundo y un punto caliente de avistamientos de OVNIs y OSNIs, incluido el de Aguadilla.
  • La costa de Malibú, California: En 2014, se descubrió una extraña estructura anómala en el fondo del mar frente a la costa de Malibú utilizando Google Earth. La estructura, apodada la «Anomalía de Malibú», tiene una forma ovalada perfecta con lo que parecen ser pilares de soporte masivos, y una «entrada» a una zona más oscura debajo.
  • El Triángulo de las Bermudas y el Triángulo del Dragón: Estas áreas de anomalías magnéticas y desapariciones inexplicables son consideradas por muchos como posibles ubicaciones de portales o bases submarinas.

Bases conjuntas: la conexión con la exopolítica

Al igual que con la leyenda de la Base de Dulce, la teoría de las bases submarinas a menudo se cruza con la exopolítica. Se postula que algunas de estas bases no son exclusivamente alienígenas, sino bases conjuntas humano-extraterrestres, establecidas como parte de los tratados secretos firmados en la década de 1950.

Estas bases serían los verdaderos «laboratorios» donde se lleva a cabo la ingeniería inversa de la tecnología recuperada y los programas de hibridación, lejos de los satélites espía y de las miradas indiscretas.

En conclusión, la creciente evidencia de los OSNIs y los objetos transmedia nos obliga a reevaluar nuestra comprensión del fenómeno OVNI. Ya no podemos pensar en él como algo que simplemente ocurre «ahí arriba». Es un fenómeno que opera en nuestro propio planeta, utilizando los océanos como su dominio.

La conexión entre las bases submarinas y los OVNIs ofrece una solución elegante a muchos de los enigmas del fenómeno: explica de dónde vienen y a dónde van, cómo pueden aparecer y desaparecer con tanta rapidez, y por qué la Marina de los EE.UU. parece estar a la vanguardia de la «divulgación controlada» actual (porque son ellos los que se encuentran con estos objetos todos los días).

Hemos pasado el último medio siglo mirando a las estrellas en busca de respuestas, cuando quizás, solo necesitábamos mirar hacia abajo, a las profundidades oscuras y silenciosas de nuestro propio mundo acuático.


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