La escena es un arquetipo del terror, grabada a fuego en nuestra conciencia colectiva. Una joven niñera cuida a dos niños dormidos en una casa grande y desconocida en un barrio suburbano. Los padres están fuera, disfrutando de una noche de libertad. La casa está en silencio, salvo por el crujido ocasional de los cimientos. El teléfono suena.
Al otro lado de la línea, una voz rasposa y masculina pregunta: «¿Has ido a ver a los niños?». La niñera, asustada, cuelga, asumiendo que es una broma de mal gusto. Pero el hombre vuelve a llamar. Y otra vez. Su voz se vuelve más amenazante. «¿Por qué no has ido a ver a los niños?».
Aterrorizada, la niñera llama a la policía. El oficial le dice que la próxima vez que el hombre llame, intente mantenerlo en la línea para que puedan rastrear la llamada. El acosador, predeciblemente, vuelve a llamar. La niñera lo mantiene hablando, temblando de miedo. Cuelga y, segundos después, el teléfono suena de nuevo. Es el oficial de policía, pero su voz ya no es calmada. Es urgente, llena de pánico. «¡Salga de la casa ahora mismo!», grita. «¡Hemos rastreado la llamada! ¡Viene de otro teléfono dentro de la misma casa!».
La niñera deja caer el auricular, se gira y ve la puerta abierta al final del pasillo que conduce a la planta de arriba. El hombre no la estaba llamando desde fuera. Ha estado arriba, con los niños, todo el tiempo.
Esta historia, conocida como «La Niñera y el Hombre de Arriba» o «La Llamada Viene de Dentro de la Casa», es una de las leyendas urbanas más influyentes y aterradoras de todos los tiempos. Ha sido la plantilla para innumerables películas de terror y ha alimentado la ansiedad de padres y niñeras durante más de medio siglo.
Pero, ¿de dónde viene esta historia tan perfectamente construida? ¿Se basa en un crimen real o es una creación pura del folclore, diseñada para explotar nuestros miedos más profundos sobre la seguridad del hogar? En este expediente de Mitos Urbanos, descolgaremos el teléfono para investigar la línea directa entre el mito, el cine y la escalofriante realidad.
Los Orígenes del Pánico: El Miedo en los Suburbios.
Al igual que «El Asesino del Asiento Trasero», esta leyenda comenzó a circular ampliamente en Estados Unidos durante la década de 1960. Fue una época de profundos cambios sociales. La expansión de los suburbios creó un nuevo tipo de paisaje: casas grandes y aisladas, lejos de la vigilancia comunitaria de los barrios urbanos más densos. El teléfono, antes un símbolo de conexión y seguridad, se convirtió en un posible conducto para la amenaza.
La figura de la niñera adolescente también era un fenómeno relativamente nuevo, un símbolo de la creciente independencia de los jóvenes y de la cambiante estructura familiar. La leyenda explota la vulnerabilidad de esta figura: una joven, a menudo inexperta, a la que se le confía la responsabilidad más sagrada (la seguridad de los niños) en un entorno desconocido y potencialmente peligroso.
La historia es una obra maestra de la tensión creciente:
- El Espacio Aislado: La casa suburbana, supuestamente un refugio de seguridad, se convierte en una trampa.
- La Amenaza Invisible: El villano es solo una voz, lo que lo hace más aterrador que cualquier monstruo visible. La imaginación del oyente (y de la niñera) crea la imagen del acosador.
- La Falsa Seguridad: La niñera cree que el peligro está fuera, al otro lado de la línea telefónica. La policía, su supuesta protección, inicialmente la trata con escepticismo.
- El Giro Devastador: El clímax de la historia, la revelación de que «la llamada viene de dentro de la casa», es uno de los giros más efectivos de la historia del terror. Destruye la última barrera de seguridad y confirma la peor pesadilla: el monstruo ya está dentro.
El Vínculo con el Crimen Real: El Asesinato de Janett Christman.
A diferencia de otras leyendas que son puramente ficticias, «La Niñera y el Hombre de Arriba» tiene un eco inquietante en un crimen real y sin resolver que ocurrió años antes de que el mito se popularizara.
El 18 de marzo de 1950, en la tranquila ciudad de Columbia, Missouri, una niñera de 13 años llamada Janett Christman estaba cuidando al hijo de tres años de la familia Romack. Los padres, Ed y Anne, habían salido a una fiesta. Cuando regresaron a casa, pasada la una de la madrugada, encontraron una escena de horror.
La ventana del sótano estaba abierta y una silla de jardín estaba colocada debajo. Dentro, la casa estaba en un desorden violento. El teléfono había sido arrancado de la pared. En la sala de estar, encontraron el cuerpo de Janett. Había sido agredida sexualmente y estrangulada con el cable de una plancha. El niño de tres años estaba a salvo en su cama, ileso pero aterrorizado.
La investigación policial reveló detalles escalofriantes. Varios amigos de Janett informaron que ella les había llamado esa noche, sonando asustada. Dijo que había oído ruidos extraños fuera de la casa. Un vecino también informó haber escuchado un «grito agudo y espeluznante» alrededor de las 10:30 PM.
El caso nunca fue resuelto. El principal sospechoso, un conocido de la familia Romack, fue interrogado pero nunca acusado. El asesinato de Janett Christman se convirtió en una herida abierta en la memoria de la ciudad, una historia de terror real que se contaba en susurros.
Aunque los detalles no coinciden exactamente con la leyenda (no hubo llamadas amenazantes del asesino, por ejemplo), los elementos centrales son sorprendentemente similares: una niñera sola, una casa suburbana, un intruso, un teléfono involucrado y un final trágico. Muchos folcloristas creen que este crimen real y aterrador pudo haber sido el núcleo a partir del cual la leyenda urbana creció y mutó, añadiendo el elemento de las llamadas telefónicas para aumentar el suspense y la tensión.
Del Folclore al Cine: La Leyenda en la Pantalla Grande.
La leyenda era demasiado cinematográfica para ser ignorada por Hollywood. Se convirtió en la inspiración directa para una de las secuencias de apertura más famosas de la historia del cine de terror.
En 1974, la película «Black Christmas» (Navidad Negra) utilizó una versión de la leyenda. Un grupo de chicas de una hermandad universitaria son acosadas por un hombre que las llama repetidamente desde dentro de la casa, escondido en el ático. La película es considerada una de las primeras películas «slasher» y fue pionera en el uso del tropo de «la llamada viene de dentro».
Pero fue en 1978 cuando la leyenda se consolidó en la cultura pop con la película «Halloween» de John Carpenter. Aunque la trama principal es diferente, la película presenta una larga secuencia en la que la protagonista, la niñera Laurie Strode, es acosada por Michael Myers. La tensión se construye a través de llamadas telefónicas silenciosas y la sensación de que el asesino está observando desde algún lugar cercano.
Un año después, en 1979, la leyenda recibió su adaptación más directa y famosa con la película «When a Stranger Calls» (Llama un extraño). La película recrea la leyenda casi al pie de la letra en sus primeros y aterradores 20 minutos, con Carol Kane como la niñera aterrorizada y la icónica revelación de la policía. Esta secuencia de apertura es tan efectiva que a menudo se la considera una de las mejores de la historia del género.
Estas películas no solo popularizaron la leyenda, sino que también la codificaron, estableciendo las «reglas» y los tropos que serían imitados en innumerables películas de terror en las décadas siguientes.
Conclusión: La Ansiedad en la Línea.
«La Niñera y el Hombre de Arriba» es un ejemplo perfecto de la simbiosis entre la realidad, el folclore y la ficción. Un crimen real y trágico como el de Janett Christman probablemente plantó la semilla del miedo. El folclore oral la regó, la hizo crecer y la adornó con elementos de suspense como las llamadas telefónicas. Y finalmente, el cine la cosechó y la sirvió a una audiencia global, convirtiéndola en un arquetipo imborrable.
La leyenda perdura porque, incluso en la era de los teléfonos móviles y las cámaras de seguridad, la ansiedad que explota sigue siendo relevante. El miedo a que la seguridad de nuestro hogar sea una ilusión. El miedo a que se nos confíe una responsabilidad que no podemos manejar. Y el miedo primordial a que, cuando el teléfono suene en la oscuridad, la amenaza no esté a kilómetros de distancia, sino al otro lado de la puerta, en el piso de arriba, escuchando cada uno de nuestros jadeos de terror.
Libros Esenciales para los Aficionados al Cine de Terror y al Crimen Real.
Si la intersección entre los mitos, los crímenes y las películas de terror te fascina, esta selección de libros te llevará a las profundidades de lo que nos asusta y por qué.
- «Men, Women, and Chain Saws: Gender in the Modern Horror Film» por Carol J. Clover.
- Este es un libro académico fundamental que cambió la forma en que se analiza el cine de terror. Clover acuñó el término «Final Girl» (la última chica) y analiza brillantemente los roles de género en las películas slasher, muchas de las cuales se inspiran en leyendas urbanas como la de la niñera.
- «Going to Pieces: The Rise and Fall of the Slasher Film, 1978-1986» por Adam Rockoff.
- Una guía exhaustiva y entretenida de la edad de oro del cine slasher. Rockoff explora el nacimiento del género con «Halloween» y sigue su evolución a través de clásicos y películas de culto, analizando los tropos, las influencias y el pánico social que alimentaron esta ola de cine de terror.
- «I’ll Be Gone in the Dark: One Woman’s Obsessive Search for the Golden State Killer» por Michelle McNamara.
- Este libro es una obra maestra del «true crime». McNamara narra su obsesiva búsqueda de uno de los asesinos en serie más aterradores de la historia de Estados Unidos, un hombre que aterrorizó los suburbios de California, a menudo acosando a sus víctimas con llamadas telefónicas antes de atacar. Es un escalofriante ejemplo de la vida real del «hombre de arriba».
- «Paperbacks from Hell: The Twisted History of ’70s and ’80s Horror Fiction» por Grady Hendrix.
- Una celebración visualmente impresionante y muy divertida de la explosión de la ficción de terror en rústica de los años 70 y 80. Hendrix explora las tramas más extrañas y las portadas más llamativas, mostrando cómo las ansiedades de la época (incluidos los miedos suburbanos) se reflejaron en la literatura popular.
- «Savage Appetites: Four True Stories of Women, Crime, and Obsession» por Rachel Monroe.
- Este libro explora la fascinación, especialmente de las mujeres, por el crimen real. Monroe analiza cuatro arquetipos (la detective, la víctima, la defensora, la asesina) y examina por qué nos sentimos tan atraídos por estas historias oscuras. Es una reflexión inteligente sobre la psicología de nuestro consumo de terror.








